Mundos de ensueño
La rosa púrpura del Cairo
La magia va aquí inextricablemente unida al cine. Farrow huye, esta vez de su desgraciada y excesivamente realista vida adentrándose–mágicamente- en una película. Se entrega así por entero a la vida naïf y despreocupada del cine clásico. La íntima, y absorbente relación entre espectador y el cine, el arte que alimenta la vida y viceversa, nunca se ha descrito de forma tan deliciosa.
Midnight in Paris
Otra evasión de la realidad es la de Owen Wilson en este film. Sus problemas personales desaparecen cada vez que se monta en un misterioso carruaje con destino al siglo de oro francés. La cuna de la literatura y el arte moderno es su “pasado mejor”. Se refugia en el esplendor de sus viajes al pasado, hasta que se da cuenta que los momentos no son más o menos mágicos. Todo depende de quién mira.
Recuperar la fe
Magia bajo la luz de la Luna
Un ilusionista escéptico, agotado por sus propios trucos de desaparición, visiblemente deprimido y además patológicamente británico, ve sus creencias saltar por los aires cuando conoce a Sophie Baker, una supuesta vidente que le hará sentir la magia que hay a su alrededor. Magia o no magia, al final lo importante es creérselo.
Conocerás al hombre de tus sueños
Todos los personajes de este film quieren salir de las crisis de pareja y de identidad que viven. Muchos de ellos prueban el adulterio, algunos solo fantasean, otros se casan con una prostituta y usan viagra a diario. Ironías de la vida, la única que acierta es el ama de casa que se vuelve adicta a los consejos de una médium. Puestos a seguir impulsos absurdos, nos dice Allen, ¿por qué no la fe ciega?
La maldición del escorpión de Jade
Un hombre gris, inspector de seguros cabreado con la vida y con la chica que le gusta, no abandona su desgraciada terquedad hasta que algo tan arbitrario como una hipnosis, perpetrada por el mago Voltan, le hace olvidar quién es. Una forma muy literal de decir que la inteligencia humana necesita una pizca de magia -e inconsciencia- para que el truco funcione y pueda finalmente abandonarse a la felicidad. Cuando diga Madagascar despertarás. 1, 2, 3 y…
Queremos conocerte mejor... »