Así de definitivas suenan las palabras del fotógrafo David Hilliard al describir este trabajo en el que, mediante composiciones panorámicas divididas en fotografías individuales, se alteran las distancias físicas de un momento de su vida.
Representa así la distancia emocional que subyace bajo la normalidad aparente, un juego visual con el que se permite el lujo de guiar al espectador a través de sus fotografías uniendo en una misma composición diferentes perspectivas. Este trabajo habla por encima de todo de la irremediable reducción de las posibilidades en la vida de una persona a medida que pasan los años y nuestro afán por querer todo cuanto no tenemos, sean cuales sean nuestras decisiones.
Moraleja personal, lucha por ser quien quieras ser, aunque al final siempre creas que podrías haber sido mejor.
Queremos conocerte mejor... »