No estaba muy desencaminado Anthony Gonzalez cuando definía Hurry Up, We’re Dreaming como un disco épico y sorprendente. Desde Francia nos llega una invitación para indagar en nuestros recuerdos y rescatar nuestra infancia que nadie ha podido rechazar. Y mucho menos después de oír Midnight City, el tema clave de esta producción y uno de los mejores del año. Un tema asombroso que consigue rescatar toda la esencia ochentera que requiere este viaje al mundo de los sueños.
Para una vuelta al pasado de tal magnitud, no hay mejor compañero de viaje que una acertada mezcla de sintetizadores, guitarras y arreglos orquestales dignos de cualquier banda sonora procedente de Hollywood. El disco funciona mas en su vertiente melancólica (concentrada mayormente en el segundo disco), donde entra en acción el mejor dreampop para relajar todos a los sintetizadores en temas como Splendor , Soon My Friend, My Tears Are Becoming A Sea o la preciosa balada Wait. Que funcione en su lado más evocador no quiere decir que sea un disco aburrido, pero si es cierto que el mayor defecto es su duración total, debida a lo asombrosamente homogéneo que es. Pese a todo eso, está sobrado de singles tan enérgicos como Reunion, Claudie Lewis o New Map.
Después de escuchar y saborear cada matiz de esta obra, entiendes porque se ha colado en todas las listas de los mejores discos del 2011. Solo nos queda esperar a que algún festival español decida incluir al grupo francés en su cartel, para que podamos vivir este increíble sueño como es merecido.
Queremos conocerte mejor... »